Delación del verano

Antonio Gamoneda


Dios y su máscara. Oyes a los insectos que se alimentan
en tu alma

y, de pronto, un árbol dice su clamor y arde la lengua del
olvido

y todo acaba en transparencias, en formas cuya verdad no
se concede

hasta que las espumas queman el corazón de hombres
desconocidos y los caballos hablan de aquella sangre,
de aquel aire extinguido en los patios de España,

de aquella tierra sin descanso,

de aquel olvido lleno de sangre.